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Para prevenir un fuerte choque entre el santismo y el uribismo, el Mandatario confirmo desde Puerto Colombia en el departamento del Atlántico, lugar en el cual se encontraba reunido con miembros del ejército nacional, que no va a formar parte de la contienda electoral que se aproxima, y que desde ya pretende renunciar a una posible reelección, esto con el fin de prevenir una eventual ruptura en la derecha Colombiana.

El Jefe de Estado envío un mensaje a toda la comunidad política al expresar que: “Es necesario generar una actuación responsable en las campañas electorales ya que está en juego nuestro proyecto de progreso nacional y junto a este el patrimonio de nuestras familias colombianas." En esta contienda electoral, a pesar del abanico de aspirantes, el país parece inclinarse a una especie de polarización entre santismo y uribismo, hecho que no resulta inesperado debido a los avances estratégicos que ha tenido la derecha colombiana en materia de proselitismo y campañas electorales, precisamente por estas razones es que el Mandatario ha invitado al denominado centro democrático a retirar sus planchas. 

Por otro lado, sectores de la industria, el comercio y la minería han mostrado preocupación ante la incertidumbre de esta invitación, ya que según ellos "quedan en el filo del cuchillo" a la espera de quien será el posible mandatario de turno, y cuales serán las medidas que este llegará a promover con respecto a estos temas. La principal preocupación es "que esto se nos convierta en una Venezuela" como afirma el empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, ante el latente temor a que le sea expropiado lo que él se gano fruto del trabajo. 

Además de los sectores anteriormente mencionados, los comerciantes de licores y de industria cárnica expresaron su malestar ante el pronunciamiento del actual presidente Juan Manuel Santos, ya que sin la existencia de las campañas electorales de derecha, no hay gran demanda de productos elaborados tales como aguardiente y alimentos a partir de ganado porcino, indican que buscaran acercarse a otros partidos políticos de corte no tan radical como el partido verde, o el polo democrático para intentar mitigar las perdidas.